Mateos Ballester, Javier con Sad flowers also bloom: Las flores tristes también florecen
Reseña del editor Las flores no agradecen al suelo que este les proporcione la estabilidad básica para vivir, y el suelo no pide perdón a las flores por todas las veces que no puede proporcionarles los nutrientes que necesitan. La suya es una relación diferente; se necesitan, y los dos lo saben, pero se respetan. Funcionan tan bien juntos, que si le pides a un niño que dibuje una flor, lo primero que dibujará será el suelo.Los seres humanos tenemos esa misma relación con nuestros recuerdos, que son, en la mayoría de los casos, nuestros mejores nutrientes. Pero si queremos florecer, tenemos que entender que nuestro ""suelo"" sólo nos va a dar la base para que funcione, el resto es trabajo nuestro. Respeta tus tiempos, y date cuenta de cuándo es buen momento para plantarte. Si alguna vez alguien te ve derrotado, o te pregunta por qué estás tirado en el suelo, dibújale una flor, y dile que todavía lo estás intentando.